domingo, 31 de marzo de 2013

La etapa Oral

La etapa Oral desde el  Nacimiento hasta 1 año
 
       Durante el primer año de vida posnatal, el origen principal de la búsqueda de placer y al mismo tiempo, de conflicto y frustración es la boca.

       La diversión que obtiene el niño de chupar, morder, mascar y vocalizar se ve restringida muy pronto por los que lo cuidan, la madre está pendiente cada vez de que el niño se chupa el dedo o mordisquea juguetes. Es criticado y castigado, si no se somete y es recompensado por hacerlo.

        Durante esta etapa el niño no es motivado por placeres de otras regiones del cuerpo. No le interesan en lo absoluto las funciones excretorias, ni los genitales despiertan su interés, solo le presta atención a las actividades orales.

        En el período oral, el niño encuentra por primera vez el poder de la autoridad en su vida, una autoridad que es limitada en la búsqueda de placer.

         Como habíamos mencionado, creía que la manera como se satisfacían determina la formación de rasgos que moldean su personalidad posteriormente que son engendrados por la interacción de la practica de crianza de los niños y la estructura constitucional del niño. Los tipos de carácter oral experimentan trastornos en el recibir y el tomar.
 
 
 

La etapa anal

La etapa Anal desde 1 año hasta los 3 años
 
 
        Al año y medio de edad el niño entra en la etapa anal. Empieza el entrenamiento para que pueda ir al baño solito.
Aquí es el momento preciso cuando entran en conflicto el id que siente placer de evacuar las heces ó la orina y el ego y superego los cuales representan las presiones sociales de controlar las evacuaciones.
        El niño enfrenta el conflicto entre las exigencias de sus padres insistiendo que vaya al baño o a su excusadito portátil a hacer sus necesidades.
          El niño a esta edad puede actuar de dos maneras, rehusarse a usar el baño y enojarse y hasta hacer berrinches para que no lo obliguen. De esta manera manipula a los padres.
       Si los padres son débiles y le permiten que actúe de esta manera el niño crece siendo desordenado en su vida en general, rebelde y le importa poco lo que sus padres piensen de él.
        Si al niño se le entrena apropiadamente y de una manera divertida, con incentivos que le son agradables, el niño crece con una personalidad organizada, le gusta la limpieza y es una persona muy aceptada en cualquier ambiente social.
         Si el entrenamiento a ir al baño se logra por medio de castigos y el niño es obligado a sostener las heces en el intestino por temor al castigo, el niño se vuelve un adulto con una personalidad agressiva pero en una forma pasiva.
Definitivamente el entrenamiento apropiado del niño evoluciona en el tipo de personalidad que el pequeño tendrá cuando adulto y si se convertira en una persona que acatara las reglas de la sociedad sin problema alguno.
Control de Efinteres
 
           Es en esta etapa donde el niño y niña aprende a controlar los efinteres, normalmente, el niño está listo para aprender ir al baño alrededor de los 2 años. La mayoría de los niños desarrollan las habilidades para ir al baño entre su segundo y cuarto cumpleaños.
Para que esto suceda los niños deben entender el proceso de ir al baño.
  • Primero, el niño se da cuenta de que ha mojado o manchado el pañal después de que lo ha hecho. Aquí la madre puede ayudarlo e identificar lo que ha hecho “Pipí” cuando ha orinado o “Pupú” cuando ha defecado, así el niño aprende a nombrar.
  • Segundo, el niño da señales de que se da cuenta que está mojando o haciendo pupú en el pañal en el mismo momento en que sucede.
  • Tercero, el niño se da cuenta cuando su cuerpo le indica que necesita ir al baño.
    Los niños necesitan pasar de la etapa 2 a la 3 antes de que los padres comiencen a intentar enseñarles las habilidades necesarias para que vayan al baño por sí solos. http://www.padresysushijos.com/html/01articulos/028_aprenderirbano.html








La Etapa Fálica


La etapa Fálica desde 3 años hasta los 6 años
          La etapa fálica tiene lugar entre los tres y los cinco-seis años de edad. Los órganos genitales se vuelven una fuente destacada de placer durante este período. La curiosidad respecto al cuerpo puede comenzar mucho antes; el niño encuentra con asombro sus manos y sus pies, incluso puede descubrir los órganos genitales pero no se convierten en inquietudes sólo hasta la etapa fálica, cuando se hacen mucho más intensas las tensiones y placeres de esa zona del cuerpo. El niño comienza en ese momento a darse cuenta y a comentar las diferencias entre los hombres y las mujeres, su inquietud incrementa de manera significativa si se notan las diferencias anatómicas. Dicha curiosidad es bastante difusa debido a que el niño no conoce todavía a menos que ya las haya observado, las diferencias reales de los órganos genitales masculinos y femeninos.
         En la etapa se presentan dos grandes situaciones psicológicas: el complejo de Edipo y el complejo de Electra.

El complejo de Edipo.

 
          Este se acompaña con el temor de la castración, es tomado del mito griego Edipo Rey, quien si saberlo mató a su padre y se casó con su madre, el complejo se refiere a la atracción sexual que el niño tiende a sentir por su madre durante la etapa fálica.       
        Al mismo tiempo ve a su padre como un rival en el afecto de su madre. Existen actitudes mezcladas o ambivalentes hacia el padre, quien por un lado es temido porque puede remover el órgano ofensor y por otro lado es respetado y venerado como modelo de hombría, superior al niño. Si el desarrollo es normal, el niño renuncia a los deseos amorosos respecto a madre y en cambio se esfuerza por asumir el papel masculino de su padre. Entonces el afecto del hijo hacia la madre pierde su aspecto sexual, al aceptar la masculinidad el superego del niño experimenta su desarrollo final y adopta una ideal del ego positivo. Si ocurre lo contrario el niño puede rechazar el papel masculino o se atrofie su conciencia o puede que sobre valore su habilidad sexual y se vuelva arrogante y egoísta en sus relaciones con mujeres.
 
 
 

El complejo de Electra.

             
         Durante este período la niña experimenta un proceso semejante al del niño pero con algunas diferencias significativas. Freud creía que la niña pequeña toma a su padre como objeto sexual y ve a su madre como una rival. Debe recordarse que los intereses y sentimientos sexuales de la niña son mas rudimentarios, el rasgo patológico principal que surge en esta etapa es "la perdida del pene", minimizando el papel femenino y sobrevalorando el masculino. Freud creía que los conflictos de la etapa fálica provocaban muchos trastornos en las funciones sexuales femeninas, tales como la frigidez y la dismenorrea. Como sucede con el niño el manejo del adiestramiento durante este período puede provocar tendencias patológicas en la personalidad de la niña en desarrollo.
Si el desarrollo durante este período es normal, es decir hay un equilibrio apropiado entre satisfacción y control, sin que exista mucha frustración ni demasiada indulgencia. En sus relaciones con los demás, una persona no será ni demasiado altanera ni indebidamente modesta es decir alcanzará un equilibrio.


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